La iglesia fue levantada a comienzos del siglo XVIII. Se trata de un edificio construido con ladrillos. Posee una sola nave con capillas laterales. La nave se divide en cuatro tramos y se cubre mediante bóveda de cañón con lunetos. Existe un coro alto a los pies del edificio. El ingreso al edificio se realiza a través de una portada neoclásica. Presenta una torre campanario, de cuatro cuerpos, tres de planta cuadrada y un remate final octogonal.
Sus retablos (destruidos en el año 36 por la guerra civil), estaban dedicados, además del Mayor, a los santos Cosme y Damián, las Reliquias, Santo Cristo y Rosario. Entre los bienes conservan destacan una pila bautismal y un relicario, realizado en el siglo XVII en plata repujada que contiene reliquias de innumerables santos.